TAE: Tecnología, aprendizaje y entretenimiento

Quiero aprender como lo hacían los aventureros del siglo XVIII y XIX. Quiero crear como los inventores y artistas del siglo XX. Quiero ver materializarse los sueños de la ciencia ficción en el siglo XXI.

viernes, marzo 30, 2007

Educación politicamente correcta

¿Cuál es el criterio fundamental que tendrá el Estado para determinar el tipo de educación que merece su pueblo?

Al parecer el tiempo y la geografía dan variadas respuesta a esta incógnita.

A veces, la mejor educación ha sido la ignorancia, y solo las elites tuvieron acceso al conocimiento.

Cuando lo ha ameritado, la mejor educación es el miedo (y hasta el terror), y así como perros de Pablov, por lo menos una generación vacilará en revelarse.

Si se tiene visión, se capacita a los futuros obreros calificados que llevarán a cuestas la carga y el honor de producir y reproducirse para mantener la fuerza de trabajo.

Si se requiere mantener el poder, se induce a estar informados y consumir recursos de desinformación; y para mantener la veracidad, los maestros del disfraz y la artimaña presentan silogismos al más puro estilo del marqués de Sade, los cuales hacen sentido pero velan la realidad.

Si sólo se quiere jugar trivia, lee y memoriza. Como reflexionar quema neuronas, sigue acumulando paja.

Si queremos cambiar al mundo, leer, escribir, reflexionar, cuestionar, experimentar, proponer, planear, saber hacer y una ética tal vez sean el camino. El premio puede ser un doctorado o para los extremistas, ser mártir.

¿Sirven de algo los 12 años de educación básica que cursamos o cursan nuestros hijos?

¿Quién aporta más: la escuela, la calle o la familia?

Twain se mofaba de que en el cielo solo se cantaran hosannas por la eternidad. En la tierra, parte de la inducción patriótica son las loas a los símbolos patrios.

Tal vez sea hora de NO ser políticamente correctos.

lunes, marzo 26, 2007

Educación productiva

Algo en lo que he caído en cuenta en los últimos meses, es que la educación que recibimos, al menos hasta la preparatoria, es totalmente improductiva.

Al alejarnos de los oficios, hemos aceptado una educación tipo linea de producción donde sentados en los potros de castigo llamados pupitres hay que soplarse la benemérita cátedra del profesor en turno (a veces con la duda de si esta capacitado y acreditado). Las tareas distan mucho de ser prácticas y se convierten en ejercicios de recolección de datos.

¡Caramba, son 12 años de la vida sin aportar nada!!!!!

Recordemos la historia: los niños ayudaban en las tareas del hogar y en la recolección agrícola. Los jóvenes aprendían a cazar, a orientarse, a explorar, a producir herramientas. Tal vez el ejemplo más extremo es el de la educación espartana, donde incluso se les motivaba a robar con el fin de procurarse alimento, y si se les atrapaba en el acto, pobres de ellos.

A lo que voy es que no estamos transmitiendo nuestra rica herencia de habilidades de supervivencia y conocimientos prácticos. ¿Qué pasaría si se concretará ese escenario apocalíptico de una tormenta solar que fundiera todos los aparatos eléctricos?

¿Que beberíamos y comeríamos? ¿Cómo organizaríamos a nuestra sociedad?

Me parece que cabe la reflexión de saber cuál es el sentido de nuestra educación, si esta sirve para algo, y si incide en nuestra relación con el planeta. De no ser así, nos estamos haciendo tontos.