TAE: Tecnología, aprendizaje y entretenimiento

Quiero aprender como lo hacían los aventureros del siglo XVIII y XIX. Quiero crear como los inventores y artistas del siglo XX. Quiero ver materializarse los sueños de la ciencia ficción en el siglo XXI.

martes, junio 19, 2007

Master o no Master ¿qué deja más?

Hace un par de días apareción en el Universal un foro de discusión cuya pregunta central era si una maestría asegura conseguir un empleo.

En dicho foro externé una primera opinión al respecto, pero me gustaría ahondar en el asunto. El esquema de los posgrados en primera instancia es un modelo, como casi todo nuestro sistema educativo, adoptado de afuera. Pero afuera este esquema sigue siendo desarrollado y valorado, sobre todo en instituciones que se dedican a la investigación aplicada.

En México, los posgrados son apreciados por la comunidad académica, pero las empresas han ido desplazándolos por las llamadas certificaciones. La razón es simple: una certificación asegura que el individuo tendrá los conocimientos y habilidades necesarios en una herramienta o tecnología de forma que pueda ser productivo en ese contexto; no necesita saber más, pues se le ha capacitado para una cuestión bien limitada.

En el caso de los posgrados, se supone que permiten que el individuo debe conocer toda una rama de conocimiento, especializarse y generar conocimiento. Sin embargo el enfoque es genérico, con respecto a que se forma teórica, y la práctica que tiene puede realizarla con distintas herramientas y recursos a la mano; recursos que no siempre usan las empresas.

Como una vez me dijo uno de mis profesores: "ni el doctorado quita lo pendejo". Y hay gente que puede ser muy buena estudiando, pero en el área productiva no siempre puede irle bien.

Así que parece que existe un divorcio entre lo que las mujeres quieres; ups, perdón, lo que las empresas quieren, y lo que las escuelas generan.

Sin embargo, las certificaciones también no siempre son buen negocio, pues los conocimientos que se adquieren tienden a caducar en un periodo de 2 años, por lo que debe volverse a invertir.

Eso no es del todo malo, si en realidad se aceptará que todos necesitamos actualizarnos, y que incluso el mismo ejercicio profesional requiere de estar al día (de hecho eso pasa en el área medica).

Pero hagamos una valoración en pe$o$ y centavos. Según otra nota del Universal, un posgrado cuesta entre 150 mil y 400 mil pesos, a cursarse en 2 años promedio; un caso concreto es el de un MBA que anda entre 250 mil y 300 mil pesos. Pero ojo, los suspirantes deben por lo general hacer una tésis, de la cual muchos vienen huyendo de sus programas de licenciatura y para obtener su titulo se enrolan en un posgrado.

Una certificación es mucho más rápida y económica.

Las hay en modalidades de talleres, académias o carreras cortas. Un caso es la oferta de Intersoftware Learning con su programa Academia SAP que cuesta $2000 USD y ofrecen formar parte de una empresa al terminar el programa; el programa iCarnegie que dura 10 meses con un costo de $34990 pesos; el MS Systems Eng que cuesta $56820 pesos y dura 3 semestres; y hasta para crear videojuegos por solo $14950 en 5 meses.

Así que si hay una diferencia de costo beneficio. El costo de una certificación es mucho menor a la de un posgrado e incluso al de una carrera universitaria (con excepción de la UNAM, of course).

Si se quiere aprender una cosa especifica, rápido e incluso con algún beneficio de empleo, entonces la vida universitaria deja de ser atractiva.

Esta es la revolución y un reto enorme que afrontará el sistema educativo actual. O se vuelve flexible y competitivo, o será un lindo recuerdo.

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